sábado, 20 de junio de 2009

Renaciendo

Las lagrimas nos enseñaron
el camino que nos lleva al rio,
el rio por fín nos llevó
al mar profundo y bravío.

Allí, cual esperanza rota
de sueños oscuros y frios,
de pesares pasados,
de futuros temidos,
allí aprendí a nadar
contra tu miedo y el mio.

A vencer
al mal pasado,
a no temer
al futuro odiado,

a renacer,
cual Fenix flamígero
de sus cenizas renace
alza el vuelo,
chilla y solo para morir
vuelve en el suelo
a posarse

a reverdecer,
cual seco níspero
que con la primavera,
busca el aire,
el sol,
y el agua espera,
para volver
cuando ya nadie
quiso ver
en sus secas ramas
el fruto de la tierra madre.

Revivir, pues muerto estaba
es lo que toca compadre,
revivir para ver de nuevo
la luz que nos alumbraba,
la vela que apagó el aire.

Y echar el navío al mar,
soltar velas,
quitar lastre,
notar en la piel la sal,
ver la gaviota que vuela
tocar en la cara el aire.
Y buscar en el horizonte
la cruz que un dia al jugar,
en el aire dibujaste.