Esperar,
y no decir nada.
No sentir,
mirar y no ver nada.
Estrellas negras
que alumbran
ángeles muertos
que guardan tumbas.
Canciones perdidas
que nos van a llevar
a calles sin vida,
al horror sin fin.
Pequeños desiertos abiertos
al abismo de la noche,
olas de muerte que rompen
en playas desiertas sin nombre.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)