viernes, 27 de febrero de 2009

El puente (2ª parte)


El mensaje apareció en mi pantalla y fué como un mazazo sobre mi cabeza

- Además, que te importa a tí quién soy, lo importante no es quién soy yo, lo importante es quién eres tú, que has hecho con la persona que trabajaba aquí. - Esto ya sobrepasaba mi capacidad de aguante, no solo se permitía retocar mi trabajo sino que me atacaba directamente, en un arranque de furia corté la comunicación y saliendo de mi despacho recorrí toda la sala intentando averiguar quién estaba atacándome, porque eso erá lo que estaba haciendo, esto era un ataque en toda regla, y no pensaba dejarlo pasar sin consecuencias para el que lo estuviera haciendo.

Recorrí toda la sala haciendo como que estaba paseando y no conseguí dar con el hacker, porqué eso era el que me estaba modificando el diseño, un pirata en toda regla.

Para tranquilizarme fuí a la máquina de cafe, charlé un rato sobre el tiempo y otras cosas vanas con dos compañeros que estaban por allí, cogí una infusión y me volví para mi despacho dispuesto a seguir con mi trabajo.

No llevaba ni quince minutos en mi mesa cuando de nuevo volvió a aperecer el indicador de un mensaje. Lo abrí de forma automática y de nuevo.

- Hasta en eso has cambiado, que ha sido de ese que decía que las infusiones eran cosa de blandos, ese que decía que para tomarse un té era preferible no tomar nada. - El mensaje fué como un directo al estómago.

- Dejamé en paz, si no tienes nada que hacer vete a casa, tomaté el resto del día libre, pero dejamé en paz, llevo demasiado tiempo con este proyecto y quiero terminarlo. - escribí casi gritando.

- Ese es parte del problema, antes hubieras resuelto este puente en menos de un mes y ahora llevas con él cuatro meses y la solución que das es convencional, ¿donde está el ingeniero que todos conocimos?.

Estaba claro, fuese quién fuese no pensaba dejarme en paz, tenía dos opciones, dedicar todo el día a intentar convencerle o irme a casa para intentar trabajar en remoto y acabar el trabajo allí.

Recogí mis cosas, conecte el ordenador de mi despacho de forma que me permitiera entrar en remoto desde mi casa y comente en recepción que no me encotraba bien y me iba para casa, que si alguien llamaba preguntando por mí por algo urgente me pasasen la llamada al móvil o me mandasen un mensaje al ordenador de casa.

(Continuara ....)