sábado, 6 de diciembre de 2008

Elegía

Nunca me busques en casa
pues el hogar esta muerto,
tanto tiempo estuviste fuera
que ya nada queda dentro.

El día vino a buscarnos
y nos marchamos a verlo,
era silenciosa noche,
era frío y duro invierno.

Tu calor nos alumbraba
como el faro enseña el puerto,
pero cuando nos faltaste,
como pesaba el silencio

No me esperes, me dijiste,
no me esperes, que no vuelvo,
era silenciosa noche
y estaba frío tu cuerpo.