Siempre que te veía, por la noche en la barra del bar, me preguntaba, ¿Que hará tan sola?, ¿Es que no le apetece volver a casa?.
Un día me atreví a preguntartelo y tu contestación me dejó helado "Nunca vuelvo a casa antes de amanecer"
Me quedé con esa frase, sin saber que querías decir con ella hasta hoy.
Te hemos enterrado la semana pasada y hoy ayudando a unos amigos a recoger tus cosas lo he comentado con ellos y me lo han explicado.
Me han contado tu historia, como trabajabas de noche y un día que por motivos que nadie sabe, volviste antes de tu hora a casa y te encontraste a tu pareja, con otra mujer en tu cama, y como, con el corazón helado, te volviste sin decir nada y te fuiste sin que ellas se enterasen.
Y por eso desde ese día, aunque esa historia ya hace tiempo que se acabó, aunque salieses antes de trabajar, "nunca volvías a casa antes del amanecer"
martes, 30 de septiembre de 2008
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