viernes, 10 de octubre de 2008

Llanto

Un muerto,
un rincón oscuro,
una flor negra,
el espacio a tu espalda.

Mi corazón abierto,
la niña que llora
todas las mañanas
por la mano
que ya no la lleva.

Una puerta abierta
a una nueva esperanza,
que, sin saberlo nadie,
choca contra el mismo muro.

Tanta falsa ilusión,
tanto muerto inútil,
tanta oración
tan fútil.

Un cuadro roto,
un disparo lejano,
una idea que no nace,
otro sueño abandonado.